jueves, 20 de octubre de 2011

Reproducción

Las estrategias de reproducción son un aspecto muy complejo en aves y mamíferos. Los dos tipos básicos son la monogamia, un individuo se aparea con un solo compañero por estación de cría y colabora al 50% del esfuerzo, y la poligamia, un individuo se empareja con varios individuos por estación y tienen a no prestar cuidados. Cerca del 90% de las aves son monógamas y algunas (ej., albatros, cisnes, etc) son monógamas estrictas y se emparejan de por vida, pero lo más corriente es la monogamia sucesiva (pueden cambiar de parejas a lo largo de la vida).

A pesar de la alta tasa de monogamia en aves, la proporción de “infidelidades” es muy elevada (15 – 35% de extrapaternidad según estudios de paternidad por ADN). Se ha escrito mucho sobre el tema, pero puede resumirse como: “el mejor padre genético para tus hijos no tiene porque ser el que mejores cuidados presta a la prole”. Debido a ello la evolución ha desarrollado complejos sistemas de engaño/castigo que tanta literatura ha producido en mamíferos.



La más común forma de poligamia es la poliginia (muchas hembras por macho). Los machos pueden congregarse en grupos de competición (“leks”) al que acuden las hembras para elegir a los mejores contendientes, aparearse e irse.




El emparejamiento implica una cadena de acciones que puede llegar a ser extremadamente compleja. Entre ellas están las conductas de exhibición de los caracteres sexuales secundarios (llamativos colores, tallas, etc), complicadas pautas de movimientos, el canto y complejas conductas de acarreo de elementos foráneos.


Un aspecto importante del éxito reproductivo es el cuidado de las crías. La mayor parte de las aves construyen un nido en zonas más o menos protegidas. El estado de los pollos al nacer es de dos tipos:

  • Precoriales: con desarrollo precoz y abandono rápido del nido.
  • Altriciales: nacen desnudos y sin la capacidad de ver, andar y termoregular.

Los pollos precociales tienen cerebros menores que los de desarrollo más lento.


Dos casos especialmente interesantes de la biología reproductiva de aves son la cría cooperativa y el parasitismo. En el primer caso uno o varios individuos, parientes o no, ayudan a la pareja en la crianza de los pollos (ej., Cyanopica cyanus, rabilargo). El beneficio para estos es el adiestramiento o bien la compartición de parentesco con los pollos. En el parasitismo interespecífico se beneficia únicamente a una de las especies (ej., un carricero, Acrocephalus sp., alimentando a un pollo de cuco común, Cuculus canorus).


Migraciones

Muchos hábitats son de productividad estacional. Las respuestas de los animales a estos ambientes es de 4 tipos: ignorarlos por completo disminuir la actividad metabólica en las épocas restrictivas mantener la actividad mediante adaptaciones especiales migrar a otras regiones en las épocas desfavorables. Las aves han optado mayoritariamente por las dos últimas posibilidades. Cerca de 4000 spp. son migrantes habituales, bastantes menos se las apañan con adaptaciones especiales para no migrar y las restantes viven en ambientes estables no estacionales por lo que no necesitan migrar., como es el caso de los agapornis. La migración se produce habitualmente entre un área de cría y un área de reposo. La mayor parte de las masas continentales están en el Hemisferio Norte. Por ello la mayor parte de los migrantes viven y crían en verano en el Norte y en los días previos al invierno viajan hacia latitudes más bajas del Hemisferio Norte (migrantes de media distancia) o incluso hacia el Hemisferio Sur (migrantes de larga distancia). Las aves se orientan por el magnetismo terrestre, por la posición de las estrellas, durante la noche, y por la inclinación del sol, durante el día. Experimentos ingeniosos han demostrado estos puntos, así como que parte de las habilidades migratorias tienen componentes innatas y componentes aprendidas.

El frío no es un detonante para migrar sino la falta de alimento (las aves no padecen el frío si cuentan con alimento para mantener su elevado metabolismo). Por ello las aves insectívoras estrictas (ej., papamoscas cerrojillo, Ficedula hypoleuca) son de las más sensibles a la llegada del invierno. Las especies no migrantes deben poseer dietas variadas para aprovechar al máximo los recursos estacionales. Algunas incluso desarrollan almacenes externos de alimento (ej., carbonero garrapinos, Periparus ater, y herrerillo capuchino, Parus cristatus).



Comportamiento Social

Muchas de las conductas de las aves son innatas, pero otras muchas requieren de un aprendizaje (ej., algunos aspectos de la orientación, el cuidado de la prole, etc.). El aprendizaje requiere de elaboradas conductas sociales. La sociabilidad de muchas especies es una respuesta a la escasez de zonas adecuadas de reproducción (colonias de cría), un mecanismo de defensa contra los depredadores (dilución del riesgo) o para maximizar el encuentro con fuentes de alimento de distribución heterogénea (ej., bandos mixtos invernales). En general las aves marinas son más gregarias que las terrestres durante la época reproductiva, un consecuencia de la escasez de zonas adecuadas para anidar. Pero otras especies se vuelven gregarias en los periodos de escasez de recursos (ej., córvidos, estúrnidos y páridos). En este ultimo caso se ha comprobado que la sociabilidad va ligada a la inteligencia y al aumento del tamaño cerebral. Muchas de las conductas elaboradas tienen que ver con la reproducción: cortejos y cuidado de los jóvenes.

Etología

La etología es la rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en libertad o en condiciones de laboratorio, aunque son más conocidos por los estudios de campo.
Los científicos dedicados a la etología se denominan etólogos. La etología corresponde al estudio de las características conductuales distintivas de un grupo determinado y cómo éstas evolucionan para la supervivencia del mismo.
La etología es la ciencia que tiene por objeto de estudio el comportamiento animal. Los seres humanos, también animales, forman parte del campo de estudio de la etología. Esta especialización se conoce con el nombre de etología humana.
Los objetivos de los etólogos son el estudio de la conducta, del instinto y el descubrimiento de las pautas que guían la actividad innata o aprendida de las diferentes especies animales. Así, los etólogos han estudiado en los animales aspectos tales como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento, la vida social, la impronta y muchos, muchos otros. En estado salvaje, los animales se manejan con ciertos códigos impuestos por la propia lucha por la supervivencia, por ser el más apto para dirigir una manada o ganarse el derecho a comer o a copular primero.
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